Berenice Abbott fue una fotógrafa estadounidense de género documental, parte del movimiento de fotografía directa. Es conocida por sus retratos de intelectuales, artistas y mecenas, con gran presencia de mujeres, en el París de los años 20 y fotografías de personalidades de la cultura y de arquitectura y vida urbana de la ciudad de Nueva York en la década de 1930.
Hija de padres divorciados y criada en exclusiva por su madre, estudió un año en la Universidad Estatal de Ohio. A los 18 años se mudó al barrio de Greenwich Village, Nueva York, donde conoció e hizo amistad con Djuna Barnes, Kenneth Burke, Thelma Wood, Elsa von Freytag-Loringhoven, Edna St. Vincent Millay, Margaret Caroline Anderson y Jane Heap (ambas editoras de la revista Litlle Review).
También conoció a Marcel Duchamp y participó en diversas publicaciones dadaístas. Entre 1919 y 1921, para mantenerse económicamente mientras estudiaba escultura, Abbott trabajó como modelo de artistas; posó para los fotógrafos Nikolas Muray y Man Ray.
En 1921 dejó su tierra natal para ir a vivir a París y Berlín, donde continuó sus estudios de escultura y siguió trabajando como modelo. Entre 1923 y 1926 fue asistente de Man Ray (quien también se había mudado de EE. UU.), y alentada por él, comenzó a incursionar en la fotografía.
En 1925 Abbott abrió su propio estudio de fotografía; hacía retratos de artistas, escritores y coleccionistas, tanto franceses como expatriados. Hizo su primera exhibición personal en una galería de París en 1926, la cual lanzó su carrera.
Al conocer la obra de Eugène Atget, quedó fascinada por lo que llamaba su realismo sin adorno. Lo retrató en 1927, poco antes de que falleciera. El gobierno francés adquirió gran parte del archivo de Atget, pero Abbott pudo comprar otra parte en 1928. A partir de allí, comenzó a trabajar en la promoción de su obra. Uno de los resultados de ese esfuerzo fue el libro de 1930 Atget, fotógrafo de París, del cual fue editora de fotografía. Esta publicación y otra, además de los ensayos que escribió, ayudaron a que el fotógrafo francés adquiriera reconocimiento internacional.
Influenciada por Atget, en 1929 Abbott quiso emular la escala de su trabajo pero en la ciudad de Nueva York. Instalada de vuelta en esa ciudad, durante los años 1930 fotografió sus barrios, cultura urbana diaria y arquitectura en vías de transformación, antes de que fueran desapareciendo debajo de nuevas construcciones y de la remodelación que estaba ocurriendo en la ciudad.
Abbott trabajó en forma independiente por seis años, sin poder encontrar apoyo económico de parte de ninguna organización. Se mantenía dando clases de fotografía en la Nueva Escuela, donde trabajó entre 1934 y 1958.
Luego propuso ese trabajo en el Proyecto Artístico Federal, un programa del gobierno en tiempos de la Gran Depresión destinado a artistas y trabajadores desempleados que se desempeñaran en las áreas de publicidad, diseño gráfico, ilustración, fotografía y edición. Así, se convirtió en supervisora del proyecto y pudo contar con la colaboración de asistentes para continuar con el trabajo monumental que había emprendido, el cual anteriormente varias organizaciones habían rechazado para financiar.
El resultado fue el libro Changing New York en 1939, una recopilación de sus fotografías. Mientras duró el proyecto, se hicieron exhibiciones de las fotografías de Abbott en Nueva York y otras ciudades, y cuando finalizó, el FAP distribuyó paquetes con 302 imágenes seleccionadas a escuelas, bibliotecas y otras instituciones públicas.
Existe una faceta inventora de Berenice Abbott, ya que desarrolló un proceso de iluminación especial que llamó "fotografía con imágenes proyectadas" e inventó y patentó equipamiento fotográfico.
En 1935 Berenice se trasladó a un loft en el Greenwich Village con la crítica de arte Elizabeth McCausland, su compañera sentimental, con quien vivió hasta la muerte de esta en 1965. Ella fue un gran apoyo en su carrera: escribió artículos en diversas publicaciones sobre la obra de Abbott e incluso pensó el título para su libro de 1939.
En 1968, Abbott vendió el archivo Atget al Museo de Arte Moderno de Nueva York, y se mudó de forma permanente a una casa en Maine, EE. UU., donde residió hasta su muerte, en 1991. Su último libro de fotografías fue A Portrait of Maine (1968).
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