Hoy en críticas de cine os traemos Nosferatu de 2024, película de terror gótico checo-estadounidense, escrita y dirigida por el cineasta Robert Eggers.
Protagonizada por Nicholas Hoult, Lily-Rose Depp, Aaron Taylor-Johnson, Emma Corrin, Willem Dafoe y a Bill Skarsgård como Nosferatu.
La película cuenta la historia de obsesión entre una joven, su esposo y el vampiro que la acecha, el Conde Orlok. Es curioso destacar que la película es una nueva versión del mito de Nosferatu, que sigue a las realizadas por Murnau en 1922 con guion de Henrik Galeen y por Werner Herzog en 1979.
En realidad, Nosferatu nació porque Murnau y sus productores decidieron hacer una película sobre Drácula, pero sin contar con la novela de Bram Stoker para no pagar derechos de autor. Así que se basó libremente en el libro, además de cambiar los nombres de los personajes. La versión está ambientada en el siglo XIX en Alemania y parte de la misma base que el Drácula de Stoker. Tras el estreno de la película, se presentó una demanda que resultó en una orden de destrucción de todas las copias de la película, pero algunas copias sobrevivieron y fueron restauradas tras la muerte de la viuda de Stoker y la consiguiente expiración de los derechos de autor.
El director Robert Eggers es conocido por sus aclamadas películas La bruja (2015), El faro (2019), El hombre del norte (2022). Podemos decir que sus películas destacan por sus elementos folclóricos y mitológicos. Os puedo decir que en Nosferatu el director demuestra una gran maestría técnica, tanto en La puesta en escena como en el realismo, además de la selección de protagonistas. En esta podemos ver partes de sus películas anteriores, como La Bruja, con su aterradora indefensión ante lo desconocido y unos personajes desesperados que nos trae a la memoria El Faro. Con estos detalles nos introduce en un mundo oscuro y escalofriante que en mi opinión consigue meternos el miedo en el cuerpo.
El aspecto más interesante es su fotografía, porque sin estar grabada en blanco y negro, consigue que lo parezca gracias a la ingente cantidad de escenas con esa paleta de colores gracias a la nieve, los vestidos blancos o los reflejos de la luz de la luna en tantas escenas nocturnas.
Pese a la violencia, las secuencias más insinuantes del filme son aquellas donde se opta por el lado romántico entre Ellen y el Conde Orlok. La conexión entre ambos encandila con una sensibilidad trágica conmovedora. Un logro aún más sorprendente dado el estremecedor y novedoso aspecto físico del Orlok.
Pero no todo van a ser halagos a la película, ya que según mi opinión los personajes están muy desubicados y desquiciados, resultan poco creíbles, gozando de un falso aire exotérico y depravado en el peor sentido imaginable. El director no llega a insuflar vida a su película y aunque vemos algunas imágenes impactantes y sombrías, en el fondo no nos dicen nada de la historia.
En resumen, Nosferatu es una película que tienes que ver, pero sin muchas pretensiones, pues si vas pensando que vas a ver un peliculón a lo mejor, te llevas una desilusión.
0 Comentarios