Testigo de cargo es una película de drama judicial estadounidense dirigida por Billy Wilder en 1957. Está basada en la obra teatral del mismo título escrita por Agatha Christie y llevada a la pantalla por primera vez como una producción televisiva de 75 minutos por la BBC en 1949.
Fue protagonizada por Tyrone Power, Marlene Dietrich, Charles Laughton y Elsa Lanchester. La película, que tiene elementos de cine negro, representa un drama judicial inglés. Situado en el Old Bailey, en Londres, se basa en el juicio de un hombre acusado de asesinato.
La película recibió críticas positivas y tuvo seis candidaturas a los Oscar: a la mejor película, al mejor director, al mejor actor principal, a la mejor actriz de reparto, al mejor sonido y al mejor montaje.
La película comienza cuando Leonard Vole, un hombre joven y atractivo, es acusado del asesinato de la señora French, una rica anciana con quien mantenía una relación de carácter amistoso. El presunto móvil del crimen era la posibilidad de heredar los bienes de la difunta. A pesar de que las pruebas en su contra son demoledoras, Sir Wilfrid Roberts, un prestigioso abogado criminalista londinense, se hace cargo de su defensa.
Al final de la película, según pasan los créditos, anuncia una voz en ''off'':
La dirección del teatro sugiere, para el entretenimiento de sus amigos, que, una vez vista la película, no se revele a nadie el inesperado final de Testigo de cargo.
Este anuncio es acorde a la campaña publicitaria de la película: uno de los pósteres de la película decía: "Hablarás de ello, pero por favor no cuentes el final."
El esfuerzo de mantener el final en secreto también se extendió al reparto de actores. Billy Wilder no dio a los actores las diez últimas páginas del guion hasta que fue el momento de grabarlas. Este secretismo puede que le costase a Marlene Dietrich un Óscar de la academia, ya que en United Artists no quisieron dar importancia al hecho de que Dietrich fuera la mujer que da las cartas a Sir Wilfrid para no dar pistas sobre el final.
La película recibió muy buenas críticas.
Está basada en la versión teatral realizada por Agatha Christie, pero ha sido expandida de forma genial. El guion revela escenas entre Sir Wilfrid y su enfermera Plimsoll, que no fueron incluidas en la obra original. Wilder y su coguionista Harry Kurnitz añadieron el personaje cómico de Miss Plimsoll, una alegre enfermera que, con reprimendas, consigue devolver la salud al abogado Laughton y trata de protegerlo del revuelo que levanta su nuevo caso. Al igual que John Barrymore en Medianoche y Lucy en el Mayor y la mejor, es una figura coral cómica, un encantador estorbo que guía las reacciones del público durante el juicio. Sin embargo, los seguidores de Agatha Christie aceptaron la película como una de las mejores adaptaciones de Christie.
La película es un esmerado thriller que explora el interés que sentía Wilder por la interpretación de papeles de forma amena y entretenida.
El abogado que interpreta Laughton acapara los golpes verbales y visuales más llamativos. Por ejemplo, el monóculo funciona como detector de mentiras. Con él capta y dirige la luz del sol a modo de foco en un interrogatorio y le permite comprobar la veracidad de las respuestas de sus clientes. También pronuncia un excelente discurso con el que desenmascara a un testigo que miente en el estrado.
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