Paths of Glory en España Senderos de gloria, es una película estadounidense de 1957, cuya acción se desarrolla durante la Primera Guerra Mundial. Dirigida por Stanley Kubrick y protagonizada por Kirk Douglas, está basada en la novela homónima de Humphrey Cobb, publicada en 1935.
La historia se desarrolla en el frente francés, en 1916.
El ataque suicida del Ejército francés contra las posiciones alemanas en la Colina de las hormigas, un punto estratégico de vital importancia para el desarrollo de la Primera Guerra Mundial, se convierte en un fracaso estrepitoso. Para escarmentar a las tropas con un castigo ejemplar, el general Mireau, uno de los principales responsables del ataque y de su estrepitoso fracaso, convoca un consejo de guerra: tres soldados elegidos al azar por sus superiores son acusados falsamente de cobardía ante el enemigo y se enfrentan a la pena de muerte por fusilamiento.
El papel de la chica alemana del final de la película es interpretado por la actriz y artista alemana Christiane Kubrick (acreditada como Susanne Christiane), que empezó una relación sentimental con Kubrick durante el rodaje de la película y se convirtió en su tercera esposa y compañera hasta la muerte del director. La canción que interpreta es «Der treue Husar» («El fiel húsar»), una canción popular alemana de amor referente a un húsar que ama a una bella joven durante un año entero, hasta que ésta muere por una enfermedad.
Inicialmente, la Paramount compró los derechos de la novela con la idea de trasladar la acción a la Rusia zarista, pero el proyecto no llegó a realizarse. El guion pasó por varios estudios en los que fue rechazado. La Metro-Goldwyn-Mayer estuvo cerca de asumir el proyecto, llegando a ofrecer el papel protagonista a Gregory Peck, que lo aceptó una vez Kirk Douglas había accedido a ello. Fue gracias a Douglas que el proyecto pudo salir adelante, pues cuando leyó el guion, hizo empleo de toda su influencia para que el proyecto avanzase, y, ya con su apoyo, la United Artist decidió financiarla.
Para la redacción del guion, el productor James B. Harris y Stanley Kubrick encargaron el trabajo al novelista Jim Thopmson y al guionista Calder Willingham. El guion original contenía un final feliz que acabó siendo modificado hasta ser el que aparece en la película, y nunca vio la luz, ya que se trataba más bien de un medio de preservar la conclusión real y de obtener el beneplácito de la productora, la United Artist, cuyos miembros, entusiasmados con la película, no releyeron el guion final y no protestaron por la modificación.
La película se rodó en Baviera (Alemania), en los estudios Geiselgasteig (Bavaria Filmkurst Studios), ante las dificultades de ser rodada en Estados Unidos y, por supuesto, en Francia. Las secuencias bélicas y de las trincheras se rodaron entre abril y mayo de 1957 en las cercanías de Puchheim, cerca de Múnich.
Tanto la película como la novela original están parcialmente inspiradas en acontecimientos reales: la ejecución durante la Primera Guerra Mundial, por insubordinación, de cuatro soldados de la Brigada 119 de infantería del Ejército francés. Las ejecuciones fueron declaradas improcedentes, y los soldados rehabilitados en 1934, tras la reclamación de sus familias, dos de las cuales recibieron una indemnización de un franco, mientras que las dos restantes no recibieron reparación alguna.
La película, a pesar de su modesta recaudación, fue todo un éxito de crítica, siendo considerada aún hoy una de las mejores películas de Kubrick y un clásico intemporal antimilitar.
El hecho de que mostrara de forma descarnada la sucia realidad de la guerra, en la que a menudo la muerte de seres humanos sirve para satisfacer ambiciones personales y ascensos en la jerarquía de mando, la convirtió en una película extremadamente incómoda. Aunque fue estrenada sin problemas en Estados unidos., el film empezó a tenerlos cuando fue estrenado en Europa. Su proyección, en 1958, en Bruselas, desencadenó importantes incidentes por las presiones de las autoridades francesas y de las asociaciones de excombatientes franceses y belgas, que se negaban a aceptar la imagen que se proyectaba del ejército francés. Las presiones del consulado francés consiguieron que se suspendiese la proyección de la película, lo que a su vez encendió las protestas antimilitaristas.
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