La vida de los otros(Das Leben der Anderen)(2006) por Florian Henckel von Donnersmarck (Comentarios)

 



La vida de los otros es una película alemana del año 2006 que supuso el debut de Florian Henckel von Donnersmarck como guionista y director. La película transcurre en el Berlín Este durante los últimos años de existencia de la República Democrática Alemana, y muestra el control ejercido por la policía secreta (Stasi) sobre los círculos intelectuales. Está protagonizada por Ulrich Mühe, Sebastian Koch, Martina Gedeck y Ulrich Tukur.

Se estrenó en Alemania el 23 de marzo de 2006, siendo galardonada con siete premios del cine alemán y más de cincuenta premios internacionales, entre los que destacan el Óscar a la mejor película de habla no inglesa en 2007, el BAFTA a la mejor película de habla no inglesa, el César a la mejor película extranjera o los Premios del Cine Europeo a la mejor película y al mejor actor.




La película transcurre en la República Democrática Alemana, en el año 1984. El capitán Gerd Wiesler, un hombre solitario, es un competente oficial del servicio de inteligencia y espionaje de la Stasi, la todopoderosa policía secreta del régimen comunista de la RDA. Sin embargo, cuando le encomiendan que espíe a la pareja formada por un prestigioso escritor y una popular actriz, no puede ni siquiera imaginar hasta qué punto esa misión va a influir en su concepción de la vida y del mundo. 

Casi todo el largometraje se rodó en Berlín, llevándose a cabo en 37 días, del 26 de octubre al 17 de diciembre de 2004. Se hizo lo posible por rodar en lugares auténticos y un gran esfuerzo para reconstruir la estética de la época.




La oficina está en la antigua central de la Stasi, un tétrico lugar en tiempos de la República Democrática Alemana. También allí se rodaron las imágenes del enorme archivo de tarjetas mecanizado, que ya no existe por una reestructuración y digitalización de los datos.

Se retiraron los símbolos modernos, como carteles publicitarios, paradas de autobús y señales. Los coches actuales fueron sustituidos por otros de la época. Especial dificultad supuso el tapar con pintura los numerosos grafitis que cubrían las paredes, pues por la mañana aparecían otros nuevos.




El director del memorial de la antigua prisión de la Stasi en Berlín,​ afirma que no se conoce ningún caso de un oficial que haya protegido a quienes tenía que observar. Por ello, no permitió que se utilizara la prisión original para el rodaje. Otras fuentes afirman que la negativa vino dada por las normativas del memorial, que solo permite filmaciones a trabajos documentales y no de ficción.


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